¿Cómo puedo dejar el queso para volverme vegano?

Muchas personas han tenido en mente la idea de convertirse en veganos, pero la mayoría duda al enfrentarse a la idea de que “no puede vivir sin queso”. Los platos de queso tienen fama de ser deliciosos y muchas personas los han consumido desde la infancia. Además, el queso tiene mucho uso culinario y entre los platos más famosos están los macarrones con queso, pizzas con queso, sándwiches de queso, salsas de queso, etc. Este hecho nos hace pensar que aprender a vivir sin queso puede ser un desafío. Sin embargo, prescindir de los lácteos en la cocina no significa que tengas que vivir sin tus platos favoritos. Si estás pensando en convertirte en vegano o si ya eres vegano pero tienes antojos de queso, te ofrecemos algunos consejos que pueden ayudarte en el camino.
¿Por qué es adictivo el queso?
El primer paso es entender por qué tienes el antojo de queso. La leche contiene una proteína llamada caseína que se rompe durante la digestión y libera los opiáceos llamados casomorfinas. El queso también contiene feniletilamina, la cual es una sustancia química similar a la anfetamina. Estos compuestos son los responsables de muchos de nuestros antojos, incluida la sensación de no poder vivir sin queso. Es una adicción física real, lo que significa que sufres abstinencia cuando dejas de comer queso. La buena noticia es que los antojos disminuirán con el tiempo.
Sin embargo, no todos los antojos son físicos. También está el sabor del queso que puedes llegar a echar de menos, pero se trata de algo más complejo que sólo el sentido del gusto. Asociamos algunos alimentos con nuestras experiencias, recuerdos, tradiciones y emociones, es decir, tiempo con la familia o los amigos, las comidas que te hacen sentir cómodo, te recuerdan los momentos románticos o divertidos y que forman parte de nuestras vidas. Así que cuando tenemos antojo de queso, puede ser que inconscientemente tengamos antojo de las personas, lugares, recuerdos y experiencias relacionados con el queso.
Conoce de dónde viene el queso
Recordar los orígenes de este alimento puede ser una de las formas más eficaces a la hora de lidiar con tus antojos. Casi ningún vegetariano ha dejado de comer la carne, huevos y lácteos porque no le gusta el sabor. La mayoría de las personas lo hace por los animales, ya que no puede negar el hecho de que la comida que tiene en su plato proviene de animales maltratados o asesinados con el propósito de alimentar a los humanos, y que es igual de responsable del dolor, la tortura y la muerte de los animales inocentes que la persona que los asesina. Ningún animal debe sufrir o morir porque tienes un antojo de queso. La industria de la leche (y el queso) es, además, una de las más crueles que se conozcan. Amplía información en este enlace de 8 crueles prácticas estándar (de Igualdad Animal) que se aplican en la industria lechera para ampliar información sobre este tema.
¿Por qué dejar de comer queso?
- “Las vacas son tratadas como máquinas-productoras de leche, por tanto, se manipulan genéticamente y continuamente se les administran antibióticos y hormonas que hacen que produzcan más leche. Mientras que las vacas sufren en las granjas industriales, los humanos que beben su leche aumentan sus posibilidades de desarrollar enfermedades del corazón, diabetes, cáncer y muchas otras dolencias.” PETA
- El queso puede contribuir a grandes cantidades de grasa y colesterol en tu dieta. En los últimos años el aumento de su consumo lo ha convertido en la mayor fuente de grasas saturadas, lo que ha provocado un aumento de la obesidad infantil y adulta. El exceso de grasa o colesterol, aparte de aumento de peso, puede contribuir en el desarrollo de enfermedades del corazón.
- Muchos quesos se producen utilizando el cuajo procedente de los estómagos de vacas y terneros. El queso puede contener pus de infecciones de la vejiga de las vacas.
- El queso tiene un alto contenido en sodio debido a la sal que se añade a la leche durante el proceso de fabricación. El exceso de sal contribuye al aumento de la tensión arterial y otras enfermedades cardiacas.
- El ser humano es el único mamífero que consume la leche de otros animales después de la niñez. El estomago de un niño está adaptado para digerir la leche, y los derivados pero con el tiempo las enzimas digestivas se cambian y la digestión de la leche en un adulto se hace más pesada.
- Finalmente, dejando a unlado los motivos éticos (que deberían ser los que nos hagan dar el paso), existe la creencia de que la leche es la principal fuente de calcio para nuestro cuerpo. Nada más lejos de la realidad, esto es lo que la industria lechera nos ha hecho creer durante muchos años. Puedes echar un ojo a este artículo: Alimentos veganos con más calcio que la leche, te darás cuenta de que los aportes son en muchos casos muy superiores en hortalizas de hoja verde.
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Prueba comprar quesos veganos (¡o hacerlos tú mismo/a!)
Hasta hace poco muchos de los quesos veganos que estaban disponibles en el mercado no tenían sabor a queso. Afortunadamente, los tiempos han cambiado y la industria del queso vegetal ha cambiado y ha crecido (ojo al artículo de Dime Qué Comes, donde hace una comparativa de quesos veganos, algunos quesos veganos no son tan saludables, hay que saber elegir bien). En la actualidad hay muchas marcas de quesos vegetales que son deliciosos, que se derriten y que vienen de muchos sabores: mozzarella, cheddar, queso suizo, queso de cabra, parmesano, etc. También hay una gran variedad de quesos vegetales que se pueden preparar en casa.
Por si te ha parecido poco, en este artículo te sintetizamos las mejores 8 recetas veganas del queso.
Fuente: Vegaffinity